En el ámbito del Derecho de Familia, el divorcio de mutuo acuerdo se define como una vía para concluir un matrimonio de forma pacífica y ágil. Es aquel en el que ambos cónyuges están de acuerdo en separarse y, además, llegan a un consenso sobre todos los términos del divorcio.
A diferencia de un divorcio contencioso, donde las partes se encuentran en desacuerdo, esta modalidad permite a los cónyuges alcanzar un consenso sobre los aspectos esenciales de su nueva vida separada. Este procedimiento resulta ser más rápido, menos costoso, e incluso menos traumático.
¿Qué hace al divorcio de mutuo acuerdo la mejor opción?
La principal ventaja de esta vía es que ambas partes, de manera conjunta y voluntaria, acuerdan los términos de la disolución matrimonial, es decir, las partes mantienen mayor control sobre los acuerdos alcanzados, en lugar de delegar las decisiones fundamentales en un juez.
Es importante saber que los cónyuges tienen la opción de valerse de una sola defensa y representación legal, lo que contribuye a la eficiencia y un menor coste conjunto del proceso.
¿Qué aspectos clave deben quedar claros en el Convenio Regulador tras el divorcio?
Para iniciar un divorcio de mutuo acuerdo, es imprescindible que ambos cónyuges pacten las condiciones en un convenio regulador, que luego es presentado ante el Juzgado para su aprobación. Este documento es el pilar del proceso, ya que especifica los acuerdos alcanzados que regirán de forma oficial.
El contenido del convenio debe ser exhaustivo, especialmente si hay hijos, y debe abordar los siguientes puntos cruciales: por un lado, es fundamental determinar la custodia de los hijos y el régimen de visitas. La custodia podrá establecerse de forma compartida o exclusiva.
Además, se deberán establecer los regímenes de visitas que garanticen una relación estable con ambos padres, incluyendo los periodos vacacionales y fechas señaladas como cumpleaños, navidades, etc.
Por otro lado, se debe fijar la pensión alimenticia, que es la contribución económica que el progenitor que no ostente la custodia debe aportar para cubrir las necesidades de los menores, o en caso de custodia compartida, determinarse cómo se van a repartir los gastos de los hijos.
Por último, en caso de que existieran, se podrá concretar la división de los bienes comunes, aunque esto no es obligatorio, las partes decidirán si lo quieren realizar así.
Es vital recordar que, en divorcios que involucren hijos, el juez siempre velará por los intereses de los menor al aprobar el convenio y dictar la Sentencia. Por ello, los acuerdos deben ser detallados y ajustados a los intereses y bienestar de los hijos.
¿Cómo es el procedimiento legal paso a paso para el divorcio de mutuo acuerdo?
Los pasos generales son sencillos y se centran en el consenso:
Primeramente, tiene lugar la redacción y preparación del convenio, asistidos por un letrado especializado en derecho de familia, que guiará el convenio para que tenga la estructura, forma y protección ideal del menor requerida por el Juez para poder ser aprobado.
Teniendo reflejados en el convenio todos los acuerdos que hemos referido y estando éste debidamente firmado, se procede con la presentación de la demanda de divorcio, acompañada del Convenio Regulador.
Seguidamente, admitida la solicitud, el Letrado de la Administración de Justicia citará a los cónyuges, para que se ratifiquen por separado en su petición. Si hay hijos menores o con discapacidad que precisen apoyo, el Juzgado recabará un informe del Ministerio Fiscal sobre los términos del convenio relativos a los hijos.
Tras la ratificación, cumplidos todos los requisitos y trámites, el Juzgado dictará la sentencia concediendo el divorcio y pronunciándose sobre el convenio regulador, oficializando la disolución del matrimonio.
Si el tribunal aprueba en su totalidad la propuesta de convenio, solo podrá ser recurrida por el Ministerio Fiscal, en interés de los hijos.
Conclusiones
El divorcio de mutuo acuerdo es una muy buena herramienta, dado que las partes mantienen mayor control sobre los acuerdos alcanzados, en lugar de delegar las decisiones fundamentales en un juez.
Sin embargo, hay que estar seguro del contenido del convenio que estamos firmando, debido a que lo que firmemos hoy, tendrá vocación de perdurabilidad.
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